sábado, 4 de octubre de 2014

ANGEL LUIS SANCHEZ, UNO DE LOS REFERENTES DE NUESTRA ASOCIACIÓN

¿Quién es Ángel Luis Sánchez y cómo apareció el coaching en tu vida?
Ángel Luis Sánchez es un soñador comprometido con la realización de sus sueños. Soy una persona que, como muchas otras, ha tenido un montón de dificultades en los diferentes ámbitos de su vida y que, gracias a ellas, dado que cuanto más grande es la dificultad más grande es el aprendizaje que obtienes, me han llevado a convertirme en experto en superarlas. Superar problemas y lograr retos funciona como una especie de músculo que también se puede entrenar. Y eso es lo que me ha ayudado a curtir mis competencias y mis habilidades en este campo. A partir de ahí, tener la experiencia propia de ver cuánto se puede lograr me hizo querer dedicarme a ayudar a otros a mejorar sus vidas, profesionales y personales.
El coaching apareció una mañana cualquiera, en mi despacho, cuando trabajaba como responsable del departamento de Recursos Humanos en una multinacional. Estaba leyendo una revista del sector y cuando por primera vez leí sobre lo que era el coaching me di cuenta de que eso era lo que conectaba totalmente conmigo y lo que siempre había querido hacer. Antes me había planteado dedicarme a la consultoría pero decirle a la gente lo que tiene que hacer, y cómo, siempre me ha “rechinado” bastante, soy mucho más yo mismo si ayudo al otro a encontrar su verdadero camino y su propia forma de conseguir sus metas.
Superar problemas y lograr retos funciona como una especie de músculo que también se puede entrenar.
¿Qué es para ti el coaching?
El coaching es una tecnología que reúne un conjunto de técnicas y métodos que, si se siguen con compromiso, hacen que el éxito se convierta en algo inevitable.
El coaching ha sabido reunir un conjunto de principios, valores, técnicas éxitosas y herramientas seleccionadas de probada eficacia, escogidas de entre lo que mejor funciona para la facilitación del cambio y la consecución del logro de los objetivos.
El coaching es una tecnología que reúne un conjunto de técnicas y métodos que, si se siguen con compromiso, hacen que el éxito se convierta en algo inevitable.
¿Qué es un proceso de coaching?
El cambio siempre implica un proceso: hay ocasiones en que grandes cambios se producen en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, pero igualmente ese instante es fruto de una confabulación previa de las circunstancias para que pueda producirse. Otras veces el cambio es un proceso más gradual. En ambos casos, es muy útil una herramienta para la gestión del cambio y eso es el coaching. Durante el proceso, sirve de catalizador para fomentar que el cambio se produzca y con menos esfuerzo, garantiza un seguimiento para que no se detenga y se superen los bloqueos, acompaña al individuo o al equipo hasta que las nuevos sistemas queden totalmente integrados, etc.
El proceso de cambio puede ser de cualquier tipo, desde el aprendizaje y entrenamiento de una competencia individual, como por ejemplo la gestión del tiempo, hasta situaciones en que toda la empresa está involucrada, por ejemplo en una fusión. Es importante señalar que el coaching es una metodologia experta en la gestión del cambio, independientemente del tipo de cambio que sea.
¿Qué habilidades tiene un coach?
Un coach debe ser, ante todo, una persona flexible y con apertura mental para ser capaz de mirar las situaciones desde puntos de vista muy diferentes que ayuden al cliente a ser más consciente de la realidad y a generar opciones y aprovechar las oportunidades que se presentan. Necesita excelentes habilidades de comunicación y buena capacidad de análisis y de síntesis. También es necesario que se conozca bien a sí mismo de modo que sea consciente de sus opiniones y juicios y pueda controlarlos para evitar que influyan en el cliente. Ayudan una cierta humildad y vocación de ayudar y siempre es bueno que no falte el optimismo y una radical positividad que impregne todo el proceso.
Y muchas cosas más, pero si la apertura es crucial desde mi punto de vista, es porque es la habilidad clave que permite aprender a incorporar todas las demás. Si una persona se cierra en sus planteamientos o cree que ya sabe mucho, entonces por mucho que trate de aprender nuevas competencias, como en el cuento zen, cuando la taza de té ya está llena, todo lo que se trate de añadir, va a derramarse.
Si una persona se cierra en sus planteamientos, por mucho que trate de aprender nuevas competencias, como en el cuento zen, cuando la taza de té ya está llena, todo lo que se trate de añadir, va a derramarse.
¿Qué valor añadido aporta un coach?
Esta es una pregunta que al principio preocupa mucho a los alumnos que se están formado como coaches porque a veces piensan, “si yo no le doy la solución, ¿por qué me paga el cliente?”. Pues bien, nuestras funciones y responsabilidades, la forma en la que ayudamos al cliente, son muchas otras.
Por ejemplo, a las personas una de las cosas que más nos cuesta es empezar y es algo de lo que en el coaching es imposible escaparse ya que en cada sesión terminamos ayudando a fijar un plan de acción que el cliente necesitará desarrollar tras cada cita con el coach.
Otra de las cosas que más difícil es para las personas, incluso más que empezar, es perseverar. Precisamente el coaching al ser un proceso con un seguimiento, está diseñado para que eso quede garantizado también.
Además, como coaches ayudamos al cliente a concretar y tener claro su objetivo, algo que aparentemente es sencillo, pero que casi nadie al comienzo del proceso es capaz de definir y visualizar claramente, mientras que experimentos científicos han demostrado que esa claridad de meta es una de las mayores claves que predicen alcanzarla finalmente.
Podríamos añadir muchas otras funciones como ayudar al cliente a ser creativo y generar ideas y opciones, a tomar consciencia de lo que le está impidiendo avanzar, a creer en sí mismos, superar sus bloqueos, etc.
El coaching ayuda a empezar, perseverar, concretar y clarificar nuestras metas.
¿Qué tipo de clientes suelen acudir a ti?
Extraterrestres verdes con antenas. Es una broma. Todo lo contrario, es curioso, pero la respuesta es: cualquier tipo de persona. El coaching ya no está reservado a un grupo aislado de gente. En mi caso, me gusta decir que me especializo en clientes que desean lograr un sueño, ya sean sueños empresariales, en el caso de multinacionales o de un equipo de un departamento, o sueños individuales y objetivos vitales.
Pero independientemente de en qué te especialices, cuando los clientes consiguen sus objetivos, te recomiendan a otras personas con las que se relacionan ya sea en el ámbito profesional o personal, de manera que el abanico de objetivos y personas con las que trabajo es muy amplio y variado, lo cual me encanta.
¿Cuál es tu rasgo diferenciador?
Considero que el cambio es un proceso pero que, sobre todo, se dispara con un “click” en un momento concreto de alto impacto para la persona. A veces es ver algo crucial de lo que el cliente nunca había sido consciente, otras darse cuenta de lo que ocurrirá si no cambia, en ocasiones es sentir que de verdad su objetivo depende de él y está en su mano…
Una de las peculiaridades que me diferencia como coach es que me gusta potenciar al máximo que esos momentos de gran impacto se produzcan. Para ello utilizo preguntas y herramientas muy potentes, que facilitan mucho que ese momento tenga lugar. Además con mis clientes trabajo a menudo a través de símbolos e imágenes y con la fuerza de las metáforas, que al cerebro le llegan de forma muy profunda. A veces, si mis clientes me lo piden voy más allá del coaching para ello, te pongo un ejemplo: un cliente que no se cree capaz de enfrentarse a su miedo al fracaso, camina descalzo sobre una manta de vidrios rotos y se da cuenta de que cuidando cada paso, hasta lo aparentemente imposible y muy peligroso, se vuelve realizable. Llevar a cabo esa vivencia ejerce un importante efecto desbloqueador a nivel consciente e inconsciente, lo cual ayuda a que todas las partes del cliente se alineen hacia la consecución de sus metas.
¿Cuáles son los valores que dan sentido a tu día a día?
Principalmente el disfrutar de lo que hago, ya que por deseable que sea la meta, si no se disfruta y se le da importancia al propio camino, imagínate, corres el riesgo de que te mueras sin alcanzarla y hayas estado sufriendo toda tu vida para nada. Por duros o difíciles que sean los compromisos a llevar a cabo, siempre decido elegir la manera de recorrer el camino que más potencie ese factor de disfrute.
Otro de mis valores principales es el desarrollo. Hay pocas cosas con que disfrute más que de sentir que he aprendido algo o que he mejorado en alguna faceta y trato de transmitir esa misma pasión a mis clientes.
Por último, si tuviera que quedarme con tres, lo tercero que elegiría, pero no menos importante, es el valor de interpretar cada circunstancia y problema desde una mirada inspirada en el amor. El amor a uno mismo y a los demás, más allá de un sentimiento, me funciona como un sistema de gestión personal y una inspiración para la toma de decisiones que creo que me permite afrontar cualquier dificultad de la manera más inteligente posible.
¿Qué tiene el Coaching que se está integrando en todas las áreas de la sociedad?
Muy fácil: tiene una metodología que realmente funciona y que te lleva al éxito y es por eso por lo que se está implantando y llegando a cada vez más áreas y sectores. La razón es muy simple: lo que funciona se extiende.
¿Cómo se puede liderar desde el coaching?
Hay toda una corriente en el coaching que se denomina Lider o Directivo Coach, que fomenta el incluir en el estilo de liderazgo los valores del coaching: creer profundamente en nuestros colaboradores, en que son capaces de crecer y de encontrar las soluciones por sí mismos; darse cuenta que ordenar o darle a alguien la solución a un problema no es la mejor manera de que aprenda y se desarrolle; promover que que los colaboradores sean cada vez más conscientes, responsables y autosuficientes en su trabajo, etc.
¿Cuáles son las tendencias del coaching?
El mercado del coaching tiende hacia la ultraespecialización, es decir, los coaches se enfocan en un nicho de mercado, tipo de cliente y objetivo cada vez más concreto. Estamos hablando, por ejemplo, ya no de “coaches ejecutivos” sino de “coaches especializados en empresas familiares involucradas en el proceso de sucesión”. Ello ayuda a llegar a los clientes concretos y a que todos puedan tener más claro a qué les puede ayudar ese coach.
El mercado del coaching tiende hacia la ultraespecialización: los coaches se enfocan en un nicho de mercado, tipo de cliente y objetivo cada vez más concreto.
¿Realmente el coaching Transforma? ¿De qué manera?
¡Dios mío! ¡Sin duda! El coaching es una ráfaga de aire fresco que, cuando te involucras en él, fácilmente se puede convertir en un tornado que a su paso, comienza a provocar cambios imparables, a veces vertiginosos. Por supuesto, es un huracán controlado por el cliente ya que nunca va a hacer nada que no quiera hacer, lo que ocurre es que cuando vislumbras la posibilidad o incluso experimentas la sensación de que tu vida o tu trabajo pueden ser muy diferentes y mucho mejores y sientes la certeza de que puedes conseguirlo, ya nada te va a parar hasta que lo logras.
El coaching es una ráfaga de aire fresco que, cuando te involucras en él, fácilmente se puede convertir en un tornado que provoque cambios imparables, a veces vertiginosos.
Vas a asistir próximamente como Ponente de Coach Congress Barcelona: ¿Qué pueden esperar los asistentes del Congreso?
Todo. Es la primera vez que se reúnen en España tantos nombres y tan importantes en lo que al mundo del coaching se refiere. El elenco de participantes en las ponencias y mesas es tan amplio y diverso que se puede decir que la representación es total, por lo que estoy convencido que el Congreso va a sacar una estupenda foto de la vanguardia y tendencias futuras del coaching en este país. Yo no me lo perdería.
 

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